martes, 26 de abril de 2011

A veces la vida tiene vueltas inesperadas...

Cuando todo parece perfecto, cuando crees que nada puede ir mejor, empieza a subir ya bajar. Yo creo que la vida es una especie de noria que nos revuelve y revuelve. Algo así, no lo sé. A veces estás en lo más alto y en seguida desciendes. No es agradable.Creo que nos pasamos la vida esperando volver a subir. Cuando subimos quizá no lo disfrutamos como es debido y de repente ¡pum! Otra vez en lo más hondo.
El caso es que desde hace tiempo, quizá poco tiempo, todo andaba bien. Ahora parece descolocado, nada tiene sentido. Me ofende gente a la que no he ofendido, sin motivos aparentes, tengo pensamientos que no tenía desde hacia tiempo, la persona a la que amo lo pasa mal por mi culpa y... desfallezco.
Me faltan las fuerzas, me sobra la vida...

sábado, 23 de abril de 2011

Mañana...

Pues hoy me apetece ponerme a escribir... Y debería continuar el libro o la mini novela que tengo abiertos, eso más tarde. Ahora quiero brindaros un relato que surge de mi mente. Seguramente no sea bueno, pero... Aquí lo dejo.
Sandy se fue de casa. Una mañana de agosto, se fue. No dejó más que un simple papel diciendo "Adiós". Sandy nunca había sido una chica de muchas palabras. Tampoco era la clase de persona a la que uno echa de menos cuando se va. A nadie le importo que se fuera en Castle View. Incluso algunos se alegraron de su marcha.
La señora Keshen, una remilgada cincuentona con un pequeño Yorkshire, dijo:
"Sandy Smith... Esa chica solo podía acabar mal, como prostituta o algo parecido. Lo mejor es que se haya ido."
Todo el mundo pensaba que Sandy era como su madre, una mujer alcoholica que había dejado su trabajo de prostituta cuando se quedó embarazada de un cliente. Esto estaba en conocimiento de todo el pueblo. Lo que no sabían, o no querían saber, era que Sandy era una chica inteligente y avispada que no caería nunca en los mismos errores que su madre. Para darse cuenta solo había que fijarse en las notas de esta en el instituto pero en un pueblo como Castle View a nadie le importan las cosas buenas, solo los trapos sucios.
Así que Sandy, alejándose de los retrógrados pensamientos de los habitantes de su pueblo, se fue.
Durante tres días y tres noches Sandy vagó de acá para allá con su pequeña maleta de fieltro gris en el brazo. No tenía una idea clara de adonde ir. Pensó en la gran ciudad. Seguro que allí había un hueco para ella, había un hueco para todo el mundo.
Pero nada era tan bonito como lo pintaban. Sandy se dio cuenta de que tampoco era sitio para ella.
Se alojó en una pequeña y mohosa habitación de una pensión. Apenas le daba para nada más así que decidió buscarse un trabajo. Pero, para una chica recién salida del pueblo y que tan solo ha terminado el instituto no es demasiado fácil.
Después de que un gordo hombre de negocios la dijera sutilmente que la contrataría si le hacía una mamada, salió corriendo. No, no quería acabar como su madre.
Sandy tenía su pequeño y desgastado bolsito cogido con gesto nervioso mientras pasaba por un callejón oscuro.
-!Eh, mira tío!- oyó que siseaba una voz masculina
-Una nenita... Nos divertiremos.
Sandy presa del pánico chilló pero nadie pudo socorrerla. O no la oían o preferían no hacerlo. Ella sintió como aquellos hombres la desgarraban tanto por dentro como por fuera y prefirió cerrar los ojos y adentrarse en la negrura.
Porque Sandy una mañana de agosto se fue de casa. Y no pudo volver jamás...

Es una mierda pero lo he escrito ahora a toda prisa y sin tener muy claras las ideas. Lo siento U.u

jueves, 21 de abril de 2011

Que no queremos ser tanto...

Que no queremos ser tanto.
Queremos vivir en nuestra tierra
agrietada de manantiales cristalinos,
andar un poco más lejos que las fronteras
por la sublime añoranza del regreso.

Que no queremos ser tanto.
Queremos ser un poco de sol y un poco de noche,
queremos ser viento y calma,
tormenta, lluvia y olor de tierra mojada.

Manolillo Chinato

Y yo, ¿Que quiero ser? Supongo que yo tampoco quiero ser tanto. Sólo quiero ser ese brillo que se enciende en tu verde mirada cuando la roza el sol. Solo quiero ser aquello a lo que abrazas al dormir.
Quiero ser miles de cosas, quizás si quiera ser tanto. No lo sé. Solo quiero que vengas conmigo porque sin ti esta primavera es invierno.
Después de tres días maravillosos a tu lado, una noche entera para mi solita y te vas... Siempre te vas. Nos separan 200 kilómetros y tu trabajo. Yo siempre se que te tienes que marchar pero nunca tomo verdadera conciencia de ello hasta que te veo irte por la puerta. Incluso cuando te veo despedirte desde el ascensor con un beso al aire todavía guardo la esperanza idiota de que te quedes. Pero no es así.
Un año más en esta podredumbre y podremos marcharnos juntos. Mientras tanto una semana sin ti me parece un Everest imposible de alcanzar. Son solo siete u ocho días... Pero pasan como veinte.
El tiempo es un viejo calvo y estafador, que nos da días como horas cuando somos felices y horas como días cuando ansiamos algo. Y, sea como sea, se escapa. Se nos escapa. Como tú te me escapas a mí cada semana por el ascensor. !Se escapa ese podrido y viejo estafador! Es la realidad humana, desesperante. El tiempo se escapa deprisa y cada segundo que pasa estamos más cerca de la muerte. Entonces, ¿porque no puedo pasar estos 60 o 70 años de mi vida, mis últimos años de vida, a tu lado? ¿Porque tengo que esperar? Te necesito, como necesito el agua, el aire, el sol o la maldita lluvia que se estrella contra mi ventana este horrible día de abril, un día después de mi cumpleaños. Viejo estafador, devuélveme mi tiempo.

Hola!

Bueno pues... aquí estoy frente a esta ventana blanca a la que me ha llevado mi frenético impulso. Llevaba mascando esta idea desde hace tiempo pero por fin la he hecho corpórea.
¿Quien soy yo? En el fondo no lo sé, no me conozco lo suficiente. Pero si tengo que darte una respuesta concreta te diré que me llamo Raquel, aunque todo el mundo me llama Rachel desde que tengo uso de memoria. Y lo demás te invito a que lo descubras tú.
¿Para que usaré este blog? Pues para escribir. Soy bastante impredecible, igual un día os dedico divagaciones vagas sobre temas extraños y otras os dedico un relato (junto con el photoshoping la creación literaria es mi pasatiempo favorito) o ninguna de estas cosas. No lo sé. Por el momento os presento mi carta de presentación. Todo lo que sea lo acompañaré con alguna foto editada por mi. Los que ya me conocéis de Tuenti sabéis que no edito muy bien, pero me divierte.
Y no lo sé, no creo que sea preciso que sepáis nada más.
Solo espero que esto salga bien aunque no tengo mucha esperanza, puestos a ser sinceros.
Un besito